viernes, 11 de junio de 2010

La imagen: Los niños


Han pasado 34 años. Y al contemplar esta fotografía nos parece estar ante una situación algo irreal. Pero no hay cosa más real que las fotografías, imágenes de luz, captadas, en un momento, a través de la cámara.
Si lo comparamos con la actualidad vemos que los cambios son notables en la calle y en las casas, algunas de ellas en ruinas, pero sobre todo en los niños, que en este caso son los protagonistas. Ellos no lo esperaban, pero enseguida se mostraron dispuestos a ser fotografiados. E incluso el de la bicicleta, que pasaba por allí, se apuntó, sin dudarlo, a posar con todos los demás. Y hasta la bisera le cae bien.
En sus rostros, que miran y remiran a la cámara, notamos que unos se ríen, otros están más serios y pensativos y hasta alguno parece enfadado. Pero todos estaban contentos y felices allí, sentados, a la puerta de la casa.
Al fondo se ve la Alameda, que todos conocen muy bien, pues es el lugar de juego y diversión más frecuentado por niños y por mayores.

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