lunes, 17 de marzo de 2014

Viaje a Villafáfila y Benavente desde Joarilla.



Grupo de mujeres que realizó el viaje.
Cuando se celebra el día de la Mujer Trabajadora, las mujeres, de casi todos los pueblos o ciudades, programan y realizan diversos actos, unos reivindicativos y otros más folclóricos o festivos. O simplemente pasan un día de convivencia, celebrando una comida especial, o un viaje, como suelen hacer las de Joarilla. Este año han preferido lo del viaje, para pasar todas el día disfrutando de un buen paisaje, y conocer algún pueblo o ciudad, que les resulte atractivo e interesante. Y nada menos que han elegido Villafáfila y su Parque Natural, y la ciudad de Benavente, no muy grande, pero cargada de historia y antigüedad.  
A las 11 de la mañana, llegaron a Villafáfila y, acompañados en todo momento de un biólogo como guía, visitaron la Casa del Parque, o Centro de Interpretación: el pequeño museo de que dispone, la exposición de palomares de madera, las amplias y bellas fotografías de aves y otros animales, etc. Asistieron también a la proyección del video sobre el Parque conociendo así sus orígenes, su extensión y la fauna y flora del mismo y de su entorno, etc. A la salida recorrieron las pequeñas lagunas que rodean la casa-palomar del parque, en las que viven y mantienen durante todo el año gansos y demás variedad de aves acuáticas, que pueden ver a través de los varios miradores que hay a lo largo del recorrido.

Una de las lagunas junto a la casa del Parque.
Pareja de gansos delante de un observatorio de aves.
Otra de las lagunas que rodean el Centro de Interpretación.
Palomares en miniatura en la Exposición.
El guía acompaña a las mujeres de Joarilla por el Parque.
Cada una de ellas dispone de prismáticos para ver las aves y el parque.
En todo momento el guía les informa sobre lo que están viendo.
Después, en el autocar se dirigieron hasta el punto de observación de aves que hay cerca del pueblo de Otero de Sariegos, pueblo deshabitado en la actualidad, desde donde se contempla una amplia vista de la Laguna Grande, así denominada por ser la de mayor extensión entre  las varias que hay en todo el parque. Y desde este lugar, aunque no es la época o momento apropiado para que haya muchos gansos y demás aves acuáticas, sí tuvieron la suerte de ver los dos flamencos que, como nuevos o advenedizos, han llegado hace unos días al parque de Villafáfila y han sido motivo de información y comentario en la prensa escrita y digital de esta y otras provincias de la Comunidad de Castilla y León. 
En la Laguna Grande vieron los dos flamencos, una novedad en el Parque.
Los flamencos han tenido éxito, pues son muchas las personas que se han acercado a verlos y de paso han visitado todo lo demás. Seguramente que han hecho una escala en su peregrinaje. Parece ser que no están anillados, por lo que no se conoce su procedencia. De momento nos basta con su presencia. Ojalá que en años sucesivos se animen y sean muchos más los que descansen una temporada en Villafáfila. De todo esto y mucho más informó el guía local a las mujeres de Joarilla, cuya visita al parque terminó en este lugar, en el que pudieron también ver los numerosos palomares, uno en buen estado y otros en ruinas, que hay cerca del pueblo y de la misma laguna.
Tras la comida, en el mesón denominado Las Lagunas, en el mismo pueblo de  Villafáfila, mesón con cocina casera y especialista en carrillera, que muchas pudieron degustar, y ya por la tarde, se acercaron a Benavente, para conocer la ciudad. Hicieron un recorrido por los monumentos y lugares más destacados de la misma, dentro de su casco antiguo y más histórico, contando con las explicaciones, breves por falta de tiempo, pero siempre atinadas, de Elena Hidalgo Muñoz, profesora, ya jubilada, del I. B. “Leon Felipe”. Pudieron visitar la plaza mayor, como se pudo, pues los coches impiden ver el espacio con amplitud y nitidez; el exterior solamente de la iglesia de San Juan, pues estaba cerrada: su fachada principal y puerta del mediodía o de la Epifanía, la torre y el edificio de al lado, la actual Casa de Cultura, en el lugar que, antiguamente, estuvo el palacio de la Encomienda; por la plaza del Grano bajamos al Hospital de la Piedad, no sin antes conocer y admirar su portada y el patio del mismo.  Al subir de nuevo hacia el centro hacemos una parada en el Corrillo de San Nicolás, recordando a las mujeres de Joarilla los cambios sufridos en esta pequeña plaza, una vez desaparecida la iglesia y construidos los distintos edificios.

Un momento de la visita a Benavente. En la Plaza Mayor.
Ante la portada de la Epifanía. Iglesia de San Juan del Mercado.
En la calle de la Encomienda.
 
Patio del Hospital de la Piedad.
 El paso por La Rúa sirvió también para viesen una de las zonas más comerciales de la ciudad, pero también una de las calles en la que más se nota la transformación urbanística.

En la Rua, frente al teatro Reina Sofía.
Al llegar a la iglesia de Santa María del Azogue, Elena les explicó brevemente las distintas etapas de construcción de la iglesia, la particularidad de sus ábsides, la torre, y las tres portadas de la misma, la del sur, este y oeste.  Tuvimos la suerte de que se acercaba la hora de la misa y llegó D. Leovigildo el párroco, que nos permitió pasar al interior por lo que la información sobre la iglesia pudo ser más concreta y también más atractiva: naves, bóvedas, pilares, retablos, imágenes, pinturas de la bóveda del presbiterio, yeserías de la sacristía, etc.

Puetrta sur o del mediodía. Iglesia de Santa María.
Delante de los ábsides de la iglesia de Santa María.

En el interior de la iglesia de Santa María.
Terminada la visita a la iglesia de Santa Maria y, antes de finalizar el día, las mujeres de Joarilla pudieron ver los paseos de la Mota y contemplar las vistas generales y el paisaje que desde allí se ofrece. Además, el momento coincidió  con la puesta de sol que algunas no olvidarán. Como tampoco olvidarán la visita al torreón del antiguo castillo de los Condes, en cuya cafetería pudieron tomar un refresco o degustar un exquisito chocolate.

Contemplando el paisaje desde los paseos de la Mota.
Degustando chocolate en el Torreón del Castillo, hoy Parador de Turismo.
A las 20 horas, y ya en el autocar, recibieron, como obsequio-recuerdo de su visita a la ciudad, un libro de los dos que, sobre las iglesias visitadas, Santa María del Azogue y San Juan del Mercado, ha escrito Elena Hidalgo y que han sido editados por el Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”.


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