jueves, 29 de abril de 2010

Bodegas


En muchos pueblos de Castilla y León, no sólo del Páramo o de Tierra de Campos, sino también de otras comarcas, existen bodegas, en su mayor parte familiares, en las que se recogían y todavía se recogen uvas, con las que se elaboraba vino para el consumo del año. Algunos propietarios con plantaciones de viñedos más extensas, se permitían almacenar más vino en su propia bodega para venderlo, como de su cosecha.
Hoy las cosas han cambiado y la mayor parte de los agricultores venden las uvas a las grandes bodegas y algunos ni siquiera se molestan en elaborar y almacenar en su bodega vino para ellos.
En Joarilla casi todas las familias contaban con su propia bodega. También la tenía mi abuelo Sixto y mi tío Anastasio, a las que visité en numerosas ocasiones y sobre las que escribiré otro día.
Bodega de mi tío Anastasio, utilizada después por mi primo Pepe.
Camino en el que estaba la antigua bodega del abuelo Sixto, hoy reformada por mi sobrino Fernando.
Porque la bodega era y sigue siendo uno de los lugares más frecuentados. Antiguamente, algunos lo hacían por la mañana y por la tarde. Y es que el vino era bebida irrescindible para la comida, merienda o cena. E incluso, en ocasiones y para algunos, sustituía al agua. Es el caso de Florentino, una buena persona y muy popular, que según me contaron, no probaba el agua. Todos los días se acercaba un o varias veces a su bodega con el pequeño garrafón para el gasto diario. Solía utilizar esta expresión: “El agua para las ranas”.
En Joarilla las bodegas están a la afueras del pueblo, hay unas en el camino de Gordaliza, y las otras en la carretera de Sahagún y en el camino de Valdecea.


Bodegas en el camino de Valespino y Sahagún.


Algunas de las bodega que hay en el camino de Gordaliza.


Hubo unos años en que el abandono de las mismas contribuyó a su destrucción. Y es que a medida que la gente va siendo mayor, ha ido dejando este trabajo artesanal que se realizaba en la bodega. Pero, últimamente, son varios los jóvenes que se han interesado por ello y están reconstruyendo algunas bodegas, y elaborando vino propio.
Algunas bodegas tenían cuarteles, unas casetas en las que, cuando dejo de utilizarse la viga y la piedra para prensar las uvas y extraer el mosto, se colocó en ellos la maquinaria industrial que realiza esta función. También se usan los cuarteles para celebrar las meriendas y pasar algunos ratos en torno al jarro lleno de vino o teniendo cerca las botellas del líquido elemento.
Camino en el que está la bodega del amigo Aquiles.
Cuartel de la bodega de Aquiles, con un museo pequeño museo etnográfico.

La costumbre de acudir con frecuencia a las bodegas aún persiste e incluso puede ir en aumento, pues en la actualidad el lugar se acondiciona de modo especial para ir a comer merendar, o simplemente a pasar el rato con familiares o amigos, tomando un vaso de vino clarete y, si es posible, natural y artesano en su elaboración, como hacían en la época en que vivía mi abuelo Sixto.
Máximo el hermano de José Luis con un amigo, junto a la piedra y la viga de su bodega.
Tomando un vino en el cuartel de la bodega del amigo José Luis.

sábado, 24 de abril de 2010

La Alameda




Es una zona verde rodeada de chopos (populus nigra) y algunos álamos por el entorno (populus alba). Tal vez sea el lugar de cita, y con seguridad el más frecuentado, a partir de la primavera y sobre todo durante en el verano, cuando los calores arrecian.
A la Alameda acuden tanto niños, como mayores, pues allí se va a jugar, correr, saltar, pasear, o simplemente a descansar y pasar el rato disfrutando de la sombra y del frescor que proporcionan el agua y la vegetación circundante.
Cuando era Domingo o se celebraba alguna fiesta, san Isidro, los Pastores, etc., a algunas horas del día, la Alameda se llenaba de gente, lógicamente cuando Joarilla tenía más población, pues allí se celebraban bailes, concursos, competiciones deportivas, meriendas, etc. Y hasta algunos años hubo vaquillas, en una especie de recinto, a modo de plaza, formado por carros de par o de varas, que el día anterior habían llevado hasta el lugar. Durante el espectáculo los asistentes, vecinos y forasteros, se subían a los carros para verlo mejor.
Vaquillas en la Alameda hace ya bastantes años. Fotos de Luis Miguel Bajo.

La Alameda estaba cerca de la fragua el tío José y del potro en donde herraba a las vacas. Muy cerca pasa el arroyo Reguero, que durante el verano se secaba y en el invierno se desbordaba. Ahora parece ya un río, está debidamente encauzado y debido a los regadíos y sus canales, siempre tiene agua, que corre y pasa por allí hasta llegar al Cea. Y se cuenta con un puente bien arreglado para pasar el arroyo.
Los tiempos han cambiado y las personas también. Los pueblos se urbanizan y gozan de mejores servicios. Solamente faltan personas que puedan disfrutar de ello durante todo el año, porque en el verano la cosa cambia, acuden más y se lo pasan mejor.
El nuevo puente sobre el arroyo que pasa cerca de la Alameda.
Parque infantil cerca de la Alameda.

El entorno de la Alameda está mejor cuidado, las calles próximas están asfaltadas y no hay tierra, barro, ni basuras. Hay un parque infantil en muy buenas condiciones y también un parque biosaludable para los mayores que deseen realizar ejercicios con los instrumentos allí instalados.
Siempre fue siempre un hito importante y una cita frecuente (Te espero en la Alameda, Vamos a la Alameda, el partido es en la Alameda, etc., etc.), y un lugar que siempre será recordado por los que viven allí y por los que están fuera del pueblo.
Hay que seguir cuidando a la Alameda, el césped, los árboles, el arroyo, el puente. Se lo merece el lugar, el pueblo, sus vecinos y los forasteros.

sábado, 17 de abril de 2010

Joarilla. Melgar de Arriba y Santervás de Campos.


Palomares en el campo cerca del pueblo de Melgar de Arriba.


Indicador del Cento de Interpretación de la Caza en Sahelices de Mayorga.

Panel informativo de la avifauna de Melgar, Santervás, Joarilla y otros pueblos.



Campos vesdes en el entorno de Santervas.



En Monasterio de Vega hay un Centro de Interpretación de la Avifauna.



Ábsides de la iglesia de San Gervasio de Santervás de Campos.



El arroyo o río Valderaduey y el pueblo de Santervás de Campos al fondo.



Mapa que informa sobre el turismo y la naturaleza de la zona.



La iglesia de San Miguel de Melgar de Arriba.



La torre y entrada a la iglesia de El Salvador de Melgar de Abajo.



La torre de la iglesia de Monasterio de Vega.



Torre de la iglesia de Galleguillos de Campos.



La torre de la iglesia de Joarilla de las Matas.

Desde hace unos meses Joarilla está apareciendo con frecuencia en los medios de comunicación. Pero no por sus fiestas y tradiciones, ni por otros motivos merecedores de ello, sino por su cercanía con Melgar de Arriba y Santervás de Campos, dos pueblos que han solicitado la instalación en su territorio del cementerio nuclear o ATC (Almacén Temporal Centralizado).
Y es que instalaciones de este tipo afectarán a un entorno más amplio, por lo que también los pueblos cercanos tienen algo que decir al respecto. Tan sólo a 15 kilómetros de Joarilla se encuentra Santervás y algo menos Melgar de Arriba.
Es curioso y llama la atención lo que pasa en Castilla y León con frecuencia, que a los pueblos más alejados de la capital de provincia les ha llegado la atención administrativa y el progreso con más retraso que a los demás. Esto ha ocurrido con Joarilla y con toda la comarca situada al sur de León. Y también, rara coincidencia, ha pasado lo mismo con los Melgares y demás pueblos cercanos a Mayorga, situados al norte de Valladolid.
No deja de sorprendernos el que, en la actualidad, cuando con los programas europeos y otras actuaciones se está procurando adecentar los pueblos y sus campos, ordenar el territorio y defender el medio ambiente y la naturaleza, creando parques, rutas, aulas de interpretación, museos, etc., dos pueblos del norte de Valladolid, situados al sur del Cea, ahora río con abundante agua, vegetación, y pesca, y en tierra de Campos, hayan solicitado la instalación de dicho almacén de residuos, hipotecando a todo el territorio para el futuro, por muchas que sean las bondades que se ofrezcan.
El desarrollo del lugar tenía que ir por otros derroteros, que a nadie causasen extrañeza o admiración, y no para acercarse al lugar, sino para alejarse del mismo, como pudiera ocurrir si se lleva a cabo la citada instalación.
La paramera del sur de León, con Joarilla y pueblos próximos, y las tierras de Campos, de Santervás y de Melgar, verdes en primavera, y secas en verano, cuando la cosecha está próxima, los ríos o regatos con árboles que sobresalen en medio de la llanura, los palomares que adornan y dan vida los pueblos, las rutas a pie pisando y contemplando la tierra, etc., también merecen respeto.
Y mucho más lo merecen las torres de ladrillo de los pueblos, testigos del pasado y su historia, que destacan entre las viviendas, como vigilantes permanentes. Y las mismas iglesias y ermitas, algunas muy antiguas, las casas solariegas, las bodegas, etc., también tienen algo que decir.
Como tienen algo que decir, al menos para no quedar en el olvido, las aulas, museos y centros de interpretación que existen en muchos pueblos, creados con la finalidad de revalorizar el territorio y que no pase al olvido: Centro de Interpretación de la Avifauna de Monasterio de Vega, o el considerar a los campos de Joarilla como el habitat natural de la avutarda; o el Centro de Interpretación de la Caza de Sahelices de Mayorga, o el Museo del Pan de Mayorga, etc.
Deseamos que lo que se haga o construya en esa comarca contribuya a que la población no desaparezca, a que los vecinos no se alejen de su pueblo y a que los forasteros o visitantes se acerquen cada vez más al lugar. Y, por lo que hemos podido comprobar, el cementerio nuclear o almacén de residuos radioactivos, si se instala en Santervás o Melgar de Arriba, puede llegar a producir los efectos contrarios: alejar a los ciudadanos y ser menor el turismo y las visitas a la zona.

jueves, 15 de abril de 2010

Las Barreras


El lugar denominado Las Barreras.


Se llama así a un lugar que hay en el camino de Gordaliza del Pino, junto a las bodegas, que forma una hondonada rodeada de tierra rojiza, sin apenas piedras. En este caso el nombre no responde a su significado, pues suele denominarse así al terreno del que se obtiene o se saca el barro para el trabajo de la alfarería. Tal vez en alguna época también en Joarilla hubiese habido alguna persona con este oficio, que se sirviese de este barro.
Pero los mayores recuerdan las Barreras como un lugar de diversión y juego cuando eran niños y jóvenes, sobre todo durante la Semana Santa, los días en los que cogíamos las matracas para tocar en las tinieblas o en otros momentos. Y es que, además de tocar por las calles y ‘dar la matraca’, nos acercábamos a dicho lugar y desde arriba, sentados sobre las mismas, cogiendo el mazo con las manos, nos deslizábamos a toda velocidad por la ladera hacia el fondo del hoyo. Y entre subir y bajar se nos pasaba la tarde. A veces ocurría algún percance, caídas o revolcones, con heridas o rotura de pantalones. Pero todo sin demasiada importancia.
Al ser un hoyo, a veces se llenaba de agua la parte inferior, lo cual impedía el juego del deslizamiento. Pero la visita a las Barreras era obligada en algunas fechas.
Desde lo alto se divisa, a lo lejos, el pueblo, y más cerca, el prado de arriba, con el huerto del señor Luis, la Poza, el lugar que ocupaban las Adoberas, el Trébano, los Manaderos, la Alameda y el puente de entrada al pueblo, etc..
El pueblo desde el alto de Las Barreras.
Vista general. En primer término el huerto del señor Luis y al fondo el cementerio.

A las Barreras siempre se arrojaron escombros y fue una especie de basurero, lo cual, si antiguamente era una cosa mal hecha, en la actualidad lo es mucho más, pues existen medios y lugares específicos para la recogida de las basuras y los escombros. Hoy la naturaleza y el medio ambiente necesitan mucha mayor protección en todas las partes del planeta tierra, también en Joarilla.