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Al fondo el pequeño pueblo de Villeza. |
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Espadaña de la iglesia y casas, en una imagen más cercana. |
Cuando desde Joarilla se viaja
hacia la capital, León, se pasa, primero por San Miguel de Montañán y, a muy
pocos kilómetros, nos encontramos con Villeza. La carretera, en la actualidad,
está en buen estado, pero ha tenido que pasar muchos años, para llegar a esta
situación.
Es un pueblo pequeño que, a pesar
de la despoblación, originada en parte por la emigración, se sigue manteniendo
en pie, con la agricultura, algo de ganadería y desde hace no mucho tiempo algunas
iniciativas empresariales, relacionadas sobre todo con las viñas y el vino. Hay
incluso una bodega, en la calle La Fragua, casi en el centro del mismo pueblo,
en la que se elabora y vende Tinto Villeza, y otros vinos blancos y rosados.
Por Villeza pasa el arroyo, que
en Joarilla se llama del Puente, y que ya viene de largo, pues antes ha pasado
por El Burgo Ranero, Las Grañeras y Vallecillo. Se trata de un pequeño arroyo,
que origina también un valle de no mucha anchura. Algunos chopos y otros
árboles denotan su presencia en la parte baja del pueblo. Al otro lado se ven
un grupo de bodegas particulares o familiares.
Villeza, que ya aparece en
documentos a partir del siglo X, Villa Eiza (a. 950) Villaeza (a.1125) y Villeça (a. 1300), seguramente sea, como
dice M. Pidal, Villa de Eiza, el nombre del poseedor o fundador del pueblo. Y tal
vez, por la época y el lugar, se trate de un nombre mozárabe. (Fátima Carrera.:
“Toponimia del Valle del Cea”).
La iglesia es de la misma época
que las de San Miguel y Joarilla, aunque ésta tenga un ábside no de ladrillo,
sino de piedra, tal vez fruto de una reconstrucción posterior. Lo que sí la
distingue es la espadaña, de ladrillo, como algunas de Sahagún y su comarca.
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Lado sur de la iglesia, con la puerta de entrada. |
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Espadaña de ladrillo. |
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El arco de la puerta es de piedra. |
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Ábside cuadrado y también de piedra. |
En el pueblo, como en todos, son
muchas las casas rehabilitadas con ladrillo o cemento, sustituyendo o cubriendo
el tapial o adobe con el que estaban construidas, perdiendo así su sabor
tradicional. A pesar de ello se conservan algunas, en las que podemos ver y
admirar además de su arquitectura, puertas, ventanas de variados tamaños,
boquerones, etc,
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Se conserva alguans casas de tierra, construidas con tapiales. |
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Y algunas también con adobes. |
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Variedad de tamaños en las ventanas de las casas antiguas. |
Los que viajan y pasan por
VIlleza pueden visitar su iglesia, ver algunas calles y casas, las bodegas
familiares, algunas ya en ruinas, y, en la actualidad, la bodega industrial
Tinto Vileza, una novedad en el pueblo, y una buena iniciativa: “Tenemos una
viña en Valdespino y otra en San Miguel”, me comenta una hija del dueño. Y
añade: “Casi todo el vino que elaboramos lo enviamos al extranjero, a Bélgica y Rusia principalmente”.
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Bodega Tinto Villeza. |
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Aquí fermentan los vinos... |
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Y aquí preparan el tinto crianza. |
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Embotelladora |
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Botellas en la bodega. |
Villeza ya no es, como era
antes, el más pequeño pueblo de la zona,
pues se nota actividad y desarrollo, y alguna iniciativa empresarial como esta,
que hace que sea conocido un poco más dentro y fuera de España. Hay que pensar en
que algún español de viaje por Rusia puede encontrarse en algún bar o
restaurante con el Tinto Villeza, que le recordará a España y, si es de León,
también a este pueblo del sur de la provincia.