sábado, 15 de marzo de 2014

Calle Mayor.



La calle Mayor, vista desde arriba, o lugar más elevado.
Que la calle Mayor es una de las más importantes de Joarilla, o tal vez la que más, nadie lo pone en duda. Y no precisamente por la importancia de sus casas o edificios, ni por  los vecinos que vivían o viven en ella, sino sobre todo por su longitud y anchura.  Por ella pasan las procesiones los días de fiestas, las  charangas que las anuncian, los vendedores ambulantes que procedentes de otras localidades llegan al pueblo. Comienza nada menos que en Las Eras, cerca del depósito de agua, llega hasta la Plaza Mayor y continúa, si me equivoco que alguien me corrija, hasta la Plazuela donde se encuentra el edificio del antiguo Ayuntamiento, cerca de los desaparecidos lavaderos.
A la izquierda del depósito comienza la calle Mayor.
Varas de la cofradía del Sacramento con la calle al fondo.
Colcha sobre balcón el día del Sacramento. Año 2006.
El mayordomo y cabildo de la cofradía en la calle Mayor en el año citado.
La procesión el día del Sacramento, pasando por la calle.
Imagen antigua de la fiesta de los Pastores.
Danza de las Cachas ante la Virgen del Rosario, el día de los Pastores.
Respecto a las casas, antiguamente eran casi todas de tapial o adobe, o ambas cosas a la vez, aunque estaban revestidas de capacho (mezcla de tierra con paja). Destacaban, al menos,  algunas de ellas por sus fachadas y ventanales, también las construidas con tapial y adobe o ya con ladrillo. Otras tenían un aspecto más humilde, no eran tan elevadas y con menos ventanas al exterior. Había incluso alguna con soportal, como la de la señora Federica. En la actualidad predomina el ladrillo, el cemento o pinturas de colores diversos sobre dichos materiales.
Delante de algunas casas había acera, de cantos rodados y en algún caso de cemento, que permitía pasar por ella en el  invierno cuando con las lluvias se formaba el barro en la calle. La acera también contribuía a que el polvo y el barro no ensuciasen el portal cuando se entraba en las viviendas. Pero allá por la década de 1950 la verdad es que casi no había aceras y el barro durante el invierno era permanente, así como el polvo y la suciedad durante el verano. Y es que eran otros tiempos, que ya son historia.
He aquí algunos de los que vivían en la calle mayor. Me ha ayudado a recordarlos mi hermana Solita, que los vio y convivió con ellos durante más tiempo.
1.-Partiendo de nuestra casa que es la primera, por la derecha, si vamos desde la plaza Mayor hacia las Eras,  en la misma acera, vivían: Silvino y Benilde y después, en la misma casa, Vicente y Chelo. A continuación los siguientes: el señor Esteban, padre de Nazario y de Amada; Rafael Mencía (el Ciego) y su familia; la señora Ángela y el señor Eutiquio, con sus hijos Clara y Gaudencio, el marido , y los demás hijos de la Sra. Ángela: Laudina, Daria y Eusterio.
Casi en el mismo rincón, sobre el cual he escrito en otra ocasión, estaba la casa de mis abuelos Anastasia y Sixto, y la de Suintila y Miguel, los padres de Elma, Lázaro y Jovita; seguía la de Cándida y Demetrio, los padres de Silvino; Un poco más arriba la llamativa casa de la señorita Luisa, que por cierto vivía más en la Rioja que en Joarilla.
De plata baja, y retranqueda a la calle, estaba la de la señora Federica, madre de Auxibio, de Martín, y de Esperanza, la madre de Quinito; un poco más hacia arriba Magdalena y Remigio, padres de Feliciano y Domiltila. Ahora viven allí Feliciano y Trini con alguno de sus hijos.
Estaba luego la del señor Honorato y la de Rosario, la madre de Manín. 
La calle de abajo hacia arriba. A la derecha el rincon de Suintila.
2.-En la otra acera, y partiendo desde la Plaza la primera es la casa de Doña Justina y Goyo el farmaceútico, aunque la entrada está para la calle de El Cristo. A la farmacia se entraba  por la Plaza Mayor.  Después había solares, hoy esta la casa de Baudilio el albañil: sigue la del señor Moisés, el padre de Teodoro, en la que vivieron o vive alguno de sus hijos; luego la de Ángel y la de Paco el carretero, que llegó al pueblo desde otro lugar, para ejercer allí el oficio. En Joarilla no había carretero y los carros se hacían en Albires hasta que él llegó.
Y luego las casas del señor Román, de las señoras Obdulía, Eugenia y Felicidad; recuerdo que también vivieron allí el seño Cayo y sus hijos, uno  de ellos Eliseo; Alipio el cartero con sus hijos, y seguramente que algunos otros que en este momento no recordamos, pero que nos gustaría dejar reflejado en estas páginas.
Respecto al urbanismo tenemos pocos documentos gráficos antiguos que serían de gran interés. Las casas y demás edificios: corrales, paneras, pajares, hornos, etc., contribuyen a conocer más y mejor dónde y cómo se desarrollaba la vida diaria en el pueblo.

A la izquierda casa de Justina y de Goyo, el farmaceútico. A la detrecha mi casa.
Calleja del señor Félix, hoy totalmente urbanizada.