La calle es el lugar en
el que se encuentra el domicilio de cada
familia, que en Joarilla, como en los demás pueblos, solía ser antiguamene, más que ahora, una
casa, pequeña o grande, en general de tapial o adobe, unifamiliar y con un
corral más o menos amplio, según la necesidad de cada uno y el trabajo que
ejercía. En el corral estaban las cuadras o establos y todas las demás
dependencias necesarias, unas para lo relacionado con el sustento de la
familia: gallinero, conejera, cochinera, etc., y otras con el trabajo que cada uno realizaba,
la mayor parte agrícola y ganadero.
Por la calle se paseaba
o se pasaba en algunos momentos del día para visitar a vecinos o familiares por
motivos diversos, o para ir a otros lugares, a otras calles, plazas o casas del pueblo.
También por ella pasaban los animales, carros y los demás vehículos, sin motor
o con motor de los pocos que, por aquellos años de 1950, había en el pueblo.
Pero también en la
calle se estaba, o se iba a la calle
sencillamente para estar en ella.
Esto era más frecuente los domingos y festivos, como días de descanso. Era
normal que a las puertas de las casas hubiese siempre alguna persona,
acompañada o no de otras, que, de pié o sentadas, pasaban allí algunos
momentos, de charla, o tomando el aire y el sol, si no eran excesivos. Se veía
también a muchas asomando a la puerta de su casa, recorriendo, aunque solo
fuese con su mirada, la calle, hacia arriba y hacia abajo.
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Luis, familia y vecinos, a la puerta de su casa. |
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Carmina y vecinas sentadas, cosiendo y hablando. |
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Alipio e Isidro a la puerta del bar de Pepe.
Carmina y Chucha sentadas a la puerta de casa. |
Había lugares más
utilizados para estar en la calle
como la plaza mayor, y las plazas de la escuela, la iglesia o la ermita. Cerca
de esta última se encontraba el Mentirón, pared a la solana, en donde confluyen
las calles de Las Cruces y El Cristo. Aquí, sentados o de pié, siempre se veía,
y aún se ve gente, hablando de todo o de nada.
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Imagne de El Mentirón, sin gente. El tablón como banco. |
De las plazas
lógicamente era la Mayor la más frecuentada y en la que los que estaban se
situaban de pie en las esquinas de algunas de las calles o casas que dan a
ella. En las esquinas de las casas del Sr. David o de la Sra. Hilaria casi
siempre se reunía gente. Lo mismo pasaba con el soportal de la botica, soportal
que siempre existió, y que hace no muchos años desapareció. Y, por supuesto que
también en torno al caño que por aquellos años contaba con los poyos de cemento
y agua abundante, además de las acacias que proporcionaban buena sombra.
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Varias personas en el soportal de la antigua farmacia. |
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Jóvenes paseando por la calle. Año 1978. |
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En una calle, sentados sobre una viga, cinco jóvenes comen un melón. |
También hay que decir
que grupos en la calle se veían también delante de la puerta de algunas casas
en las que vivían personas, más o menos conocidas o queridas, como vemos en
algunas imágenes antiguas. A veces familia y vecinos se juntaban y se contaban
cosas diversas.
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De charla y en familia en la calle mayor. 1976. |
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Otro grupo en la calle cerca del bar de Pepe. |
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Tomando el sol agrupados en el rincón de la abuela Anastasia. |
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Familia y perro a la sombra en un día de verano. |
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Jovenes en la calle, sobre un arado con ruedas. |
Respecto a los niños
pequeños hay que decir que es distinto, pues estos no estaban en la calle con
la misma finalidad que los mayores. Ellos salían casi siempre a jugar. O al
menos eso era lo que deseaban sus padres cuando, de modo airado algunas veces,
les decían u ordenaban salir a la calle. Y lo hacían con gusto y agrado, pues
en la calle solían pasárselo bien, sobre todo en el buen tiempo, cuando no
había barro ni agua, aunque sí tierra que les servía para cargar los carretillos,
camiones y otros recipientes que, como juguetes les habían regalado. También
jugaban a pillar, al escondite, a las canicas y a otros juegos.
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Grupo de niños en la calle, uno con bicicleta. Año 1978. |
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Procesión pasando por la Plaza Mayor con tierra. |
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Calle mayor, también de tierra y sin aceras. |
Lo cierto es que la
calle, estar en la calle, salir a la
calle o andar por la calle constituía una distracción más en el vivir
diario de Joarilla, como de los demás pueblos. Pero esto ocurría más en el
pasado, cuando se contaba con menos medios para el entretenimiento. No lo
podemos comparar con la actualidad. Ahora los medios audiovisuales e
informáticos ayudan a pasar el tiempo de otra forma. Los juegos también son
distintos y hay más medios de locomoción. Y hasta las calles y plazas están
asfaltadas y limpias y los niños no pueden jugar con la tierra de la calle delante
de sus casas o en la plaza del pueblo. De todo ello nos queda solamente el
recuerdo y algunas imágenes como testimonio.