Cuando en Joarilla no existía el depósito en las Eras con el pozo al lado que le nutre de agua, los vecinos tenían que acudir cada día al artesiano de la Plaza Mayor o a las fuentes y pozos (particulares o no) que había en el pueblo, o en sus cercanías. Las fuentes más antiguas eran el Chopo y Valdelafuente, después estaban también los pozos de Eriberto en el camino (ahora carretera) de san Miguel y el pozo del Sr. Félix en el camino de Gordaliza, no lejos de las bodegas.
Por las mañanas se veía a muchas personas con los calderos, cántaros y botijos yendo hacia las fuentes o pozos, para coger el agua necesaria para el servicio de la casa.
Al pozo del Sr. Félix, acudían también los que tenían necesidad de agua para las bodegas: limpieza de cubas, cubetos, toneles, tinos etc. y al encontrarse a las afueras del pueblo y en el campo, servía también para refrescarse y aliviar los calores, sobre todo en los meses del verano.
Al lado había un pequeño estanque con agua para regar la tierra y que algunos utilizaban para darse un baño.
Ahora el pozo echa menos agua y tiene menos fuerza. Se nota el paso de los años y cierto abandono. Incluso un letrero advierte a las visitantes que el agua no está tratada. Es necesario prestar atención y cuidado a la salud de las personas.
Además casi nadie acude a él, pues las necesidades están cubiertas.
Pero tenemos que decir que el pozo prestó un gran servicio. Y ahí sigue, como testigo de un tiempo pasado, y como recuerdo de otra forma de vivir, en una época con más necesidades y menos infraestructuras.