Hortelano preparando su carro. Cuadro de Teodoro Andreu en una exposición del Ayuntamiento de Alzira. |
Mayorga es un pueblo, ya en la
Tierra de Campos, situado a unos 20
kilómetros de Joarilla, que pertenece a la provincia de Valladolid, demarcación
judicial de Medina de Rioseco. Por allí
pasa el río Cea, río que hasta hace pocos años se secaba en el verano, pero que
ahora, con los regadíos, lleva abundante agua. Desde el siglo XII se denomina a
la localidad como Maiorica, del latín
maior, lo mismo que Mallorca, aunque
el origen y evolución del término sea distinto en los dos lugares. Las formas
documentadas antiguas Maiorica, Maorica, Maiurica y Maioriga, distan poco de la
actual Mayorga. (Mª Fátima Carrera. “Toponimia de los valles del Cea,
Valderaduey y Sequillo”).
En Mayorga siempre hubo personas
dedicadas al cultivo de la huerta. Cuando era posible utilizaban para regar el
agua del rio, y si el río se secaba, en verano, lo hacían con el agua de pozos
que tenían casi todos, en su huerta. Y eran buenos hortelanos, y buenos los productos.
De ahí que saliesen a venderlos por los pueblos cercanos, o algo más alejados, como es el caso de Joarilla.
Varios días a la semana llegaban a
Jorilla algúnos hortelanos procedentes de Mayorga, con su carro cargado con los
productos de las huertas que cultivaban en las riberas del río Cea. Tal vez los más conocidos y recordados por los joarillenses eran Gervasio y Carrasquete, pues no solían faltar a su cita semanal. Lo mismo que hacía
Marciano, aunque este era de Melagar de Abajo. Todos ellos solían llevar y vender berzas, cebollas, pepinos, lechugas, tomates, puerros, zanahorias, y otras
verduras y hortalizas, pero Marciano, el de Melgar es recordado, además, por su carro
de varas, bastante averiado de tanto trasiego, y por el macho o mulo que lo
arrastraba, que, por su aspecto, parecía estar necesitado de un mayor descanso
y mejor alimento. Y es que se sabía que Marciano todos los días de la semana andaba de acá para allá, ya que
iba también a otros pueblos de la zona, aunque no estuvieran tan lejos como Joarilla.
Marciano utilizaba carro de varas como éste. |
Macho-mulo semejante al de Marciano.Imagen en: Osvando Lebrero.com |
En Joarilla se sabía qué días, y hasta a qué hora, llegaba al pueblo cada hortelano, y sobre todo Marciano, que era el más madrugador, pues al salir el sol le veían llegar por el camino de Melgar de Abajo con su carro tirado por el macho. ¿A qué hora habrá salido de Mayorga? nos preguntábamos. Seguro que se pasaba gran parte de la noche en el carro. Y al regresar, le ocurría lo mismo, pues emprendía el viaje al atardecer, cuando eran menos los calores.
Lo curioso del caso es que
enseguida se ponía a vender las verduras y hortalizas por las calles, llamando
incluso en las casas. También vendía algunas frutas, según la época y el
momento, peras y sobre todo los perucos,
o perillos, que maduraban a finales del mes de junio y que eran muy apreciados
por los niños, tal vez por su pequeño tamaño.
Por el pueblo corría pronto la
voz: “ya llegó Marciano”, “está por ahí
Marciano”, “mañana viene Marciano”. Su nombre, era muy familiar para todos los vecinos, por los
muchos viajes que hizo, como hortelano, con su carro de varas tirado por el
macho o mulo. Por cierto que, cuando este falleció, él dejo el oficio. Ahora
todos los pueblos y clientes a los que visitaba, y vendía las verduras y hortalizas,
le recuerdan con nostalgia. Y es que Marciano,
fue testigo, y sirve de testimonio de una época dura, de trabajo y de mucho trajinar, como él, para poder vivir, o sobrevivir, dignamente.
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