No es un carro de Joarilla, pero
como si lo fuese, porque así eran los que, hace ya muchos años, pasaban
diariamente por calles y plazas del pueblo, camino de las diversas tareas
agrícolas, en este caso se trataría de acarrear hierba o paja, a juzgar por el
armazón de madera que lleva sobre los tableros del carro.
Las vacas, de color negro, van
sujetas al yugo con la correa, y el yugo
bien atado a la viga. Bajo el yugo, y sobre sus cabezas, llevan vistosas
melenas, con tiras de piel delante de su rostro, sobre todo de los ojos, para
evitar que moscas y otros insectos las molesten. Y si no siguen bien por el
camino, ahí están los ramales, cuyos extremos metidos en sus fosas nasales,
permiten al conductor guiarlas debidamente. Además éste tiene a su disposición la ijada, para picarlas, y así
conseguir que continúen por el camino y no se detengan.
Sobre el carro va el agricultor.
Es de suponer quien le acompaña sea su hijo, o el de algún familiar. Los niños disfrutábamos mucho, por entonces,
subiendo a los carros, a los trillos, o a cualquier otra máquina agrícola en la
que pudiésemos hacerlo. Era una forma de viajar, aunque fuese solamente al
campo, y ver dehesas, valles, tierras sembradas o en barbecho, viñas, encinas o
chopos, y otras muchas cosas de las que ofrece la naturaleza.
A veces los ejes de los carros
rechinaban, produciendo un ruido desagradable, cuando pasaban por la calles del
pueblo, algunas llenas de barro o con muchas piedras. Y es que no estaban bien
engrasados. Enseguida el agricultor los engrasaba para evitar su desgaste, y
también el ruido.
La imagen nos acerca a una época
sin coches, aunque, por lo que se ve, ya circulaba el Seat 600, que vemos
aparcado detrás, y no lejos del carro. Sirve para recordarnos también los duros
trabajos del agricultor en algunas épocas del año, sobre todo cuando había que
preparar la tierra y sembrar, o cuando llegaba el verano y el otoño, y había
que recoger la cosecha.
En la actualidad todo es
distinto: aperos, maquinaria, costumbres, viajes, y forma de vivir y de
trabajar. Pero, para los que no lo vivieron y conocieron, ahí están la
imágenes, una de ellas ésta del “Carro
de viga o par, llevado por vacas con melena”.
(La imagen procede de una exposición de fotografías antiguas celebrada en Quiruelas de Vidriales, un pueblo de los Valles de Benavente, en la provincia de Zamora)
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